El dirigente detalló que ese número “casi siempre fue decreciendo –
por la falta de estímulos de las políticas oficiales – en 2019 tuvimos 1.034
hectáreas y este año, con suerte, llegaremos a las 921”.
“Nos da mucha tristeza porque bajamos de las mil hectáreas de
superficie plantada”, puntualizó.
A contramano
Por último, Pannunzio alertó que es una tendencia a contramano de lo
que pasa en el mundo, dado que “en todos los países crece la superficie de
arándanos porque crecen la producción, la demanda y – por consiguiente – los
puestos de trabajo”.
“Es una pena porque el cultivo tiene un potencial enorme y la región de Salto Grande tiene condiciones de producción que otros países envidiarían”, remató.